La lagrima que cae al suelo no lanza un alarido que deje constancia de su impacto, no levanta el polvo, no mata una hormiga.
Pero sufre.
Lleva consigo dolor desde su nacimiento y alli tirada en el piso arma su propio y minusculo rio de melancolia y soledad porque las otras lagrimas no iran a parar donde ya esta ella, no, las otras no brotan de los ojos ni cantan libertad...
se quedan atoradas en el tubo de desague que ahora me inunda el alma.
1 Comments
Que curioso. Que coqueto.
Queda hasta bonito y todo.
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