Decir adiós
A veces hay que tener valor de empaquetar el pasado y con esmero guardarlo en ese trastero del alma.
Fueron demasiadas margaritas, que ahora son el abono de mi día a día.
Me costara dar pasos sin ver este blog tan lleno de depresiones, tan acompañad@ también.
Con tan crédulos abrazos, con tantos besos, con cariños sinceros.
Tantos momentos inapreciados, tanta entrega...
Es duro saber que la moneda da cambio era otra, que en el mercadillo de la vida todo se mal vende o mal compra.
Que no se fue "chollo"...
Y hoy es tarde para todo.
Adiós a mis margaritas, que se negaron a decir si.
No obstante las quiero, por sinceras.
Posted by Mamots at 00:13
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