Mis...lavados...y el esparto en mi vida sencilla.
Se llenaba un barreño, se calentaba el agua en una olla que te iban echando por la cabeza, me gustaba la sensacion que sentia, a veces ¡leñes!! quemaba, pero otras tiritabas de frio si no te llegaba a tiempo.
Eran tiempos en los que no existia (al menos en mi casa) las suavitas esponjas, esas que yo les envidiaba a la vecina, esas naturales...
En mi casa se usaba el estropajo de esparto...para todo, con el se fregaban los platos, el baño y tambien nos arrancaban la m. de nuestra piel (claro uno distinto para cada cosa).
Es curioso pero tras dejarnos la piel roja de tanto rascar, te quedabas con un gusto que no veas.
El otro dia en el super vi el guante de crin, todo emvuelto en su plastiquito y con consejos de como utilizarse, diciendote que con el te hces un piling y te quitas celulitis.
O sea que durante años me estuvieron haciendo piling...supongo que por eso la piel la tengo fina, de las capas que me fueron quitando.
Me compre un guante de crin, pero sigo abogando por el estropajo de esparto a la antigua usanza, aquellos rollos en los que cortabas un trozo para cada uso.
Claro que las esponjas naturales tambien me gustan, porque a nadie le amarga un dulce.
El esparto ha estado muy en mi vida...
Posted by Mamots at 19:39
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